Al día siguiente, el muchacho se encontró con el viejo al
medio día. Traía seis ovejas consigo.
-
Estoy sorprendido – dijo-. Mi amigo compro
inmediatamente las ovejas. Dijo que todas su vida había soñado con ser pastor y
que esto era una buena señal.
-
Es siempre así- dijo el viejo-. Lo llamamos
el principio favorable. Si vas a jugar a las cartas por primera vez, veraz que
casi con seguridad ganaras. Es suerte de principiante.
-
¿y por qué?
-
Porque la vida quiere que tu vivas tu leyenda
personal.
Después comenzó a examinar a las seis ovejas y descubrió
que una de ellas cojeaba. El muchacho le explico que esto no tenía importancia,
porque era la más inteligente te y producía bastante lana.
-el tesoro esta en Egipto.
-para llegar hasta el tendrás que seguir las señales.
Dios escribió en el mundo el camino que cada hombre debía seguir. Solo hay que
leer lo que él escribió para ti.
Antes de que el muchacho digiera nada, una mariposa
comenzó a revolotear entre él y el viejo. Se acordó de su abuelo: cuando era
pequeño, su abuelo le había dicho que
las mariposas son señal de buena suerte. Como los grillos, las mariquitas, las
lagartijas y los tréboles de cuatro hojas.
Después el viejo abrió el manto que le cubría el pecho.
El muchacho quedo impresionado con lo que vio, y recordó el brillo que había
notado el día anterior: el viejo tenía un expectorar d oro macizo cubierto de
piedras preciosas.
- toma- dijo el viejo, sacando una piedra blanca y una
piedra negra que estaban sujetas en el centro del pectoral de oro -. Se llama
urim y tumin. La negra quiere decir (si) y blanca quiere decir (no). Cuando tengas dificultad para percibir las señales, te serán de utilidad. Hazles
siempre una pregunta objetiva.
El muchacho se guardo las piedras en la alforja. De ahora
en adelante tomaría sus propias decisiones.
- no te olvides de que todo es una sola cosa. Y, sobre
todo, no te olvides de llegar hasta el final de tu leyenda personal.
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