un árabe lo que no es extraño en
aquella región. África quedaba a pocas horas de Tarifa, solo había que cruzar
un pequeño estrecho en barco. Muchas veces aparecían árabes en la ciudad, haciendo compras y
rezando oraciones extrañas varias veces al día.
-Entonces podemos decir que yo
nací en Salem.
El muchacho no sabia que donde
quedaba Salem, pero no quiso preguntarlo
para no sentirse humillado con la propia ignorancia. Permaneció un rato contemplando
la plaza.
¿Cómo esta Salem? – pregunto
buscando alguna pista.
-Como siempre.
Esto no era ninguna pista pero
sabia que Salem no estaba en Andalucía, si no él ya habría conocido.
¿ y que hace usted en Salem?
–insistió.
¿Qué es lo que hago en Salem?- el
viejo por primera vez soltó una carcajada.
-¡vamos! ¡yo soy el rey de Salem!
-mi nombre es Melquisedec- dijo
el viejo-. ¿Cuántas ovejas tienes?
- las suficientes –respondió el
muchacho. El viejo estaba queriendo saber demasiado sobre su vida.
El muchacho se irrito. No había
pedido ayuda. Era el viejo quien había pedido vino, conversación y el libro.
-devuélveme el libro-dijo-. Tengo
que ir a buscar mis ovejas y seguir adelante.
-dame la decima parte de tus
ovejas- dijo el viejo- y yo te enseñare como llegar hasta el tesoro escondido.
El chico volvió entonces a acordarse del sueño y de
repente todo se hizo claro. La vieja no le había cobrado nada, pero el viejo-
que quizá fuese su marido- iban a conseguir arrancarle mucho mas dinero a
cambio de una información inexistente. El viejo debía de ser gitano también.
En la arena de la plaza principal
de la pequeña ciudad, el leyó el nombre de su padre y de su madre. Leyó la
historia de su vida hasta aquel momento, los juegos de su infancia, las noches frías
del seminario. Leyó el nombre de la hija del comerciante, que ignoraba. Leyó
cosas que jamás había contado a nadie, como el día en que robo el arma de su
padre para matar venados, o su primera y solitaria experiencia sexual.
<< Soy el rey de Salem>>,
había dicho el viejo.
-¿Por qué un rey conversa con un
pastor?- preguntó el muchacho, avergonzado y admiradísimo.-existen varias
razones. Pero la más importante es que tú has sido capaz de cumplir tu leyenda
personal.
-es aquello que siempre deseaste hacer-.
Lo que el viejo estaba diciendo
no tenia mucho sentido para el muchacho. Pero él quería saber lo que era
<< fuerzas misteriosas>>; la hija del comerciante se quedaría boquiabierta
con esto.
-son fuerzas que parecen malas
pero en verdad se están enseñando como realizar tu leyenda personal. Están
preparando tu espíritu y tu voluntad, por que existe una gran verdad en este
planeta; seas quien seas o hagas lo que hagas, cuando deseas con firmeza alguna
cosa, es por que este deseo nació en el alma del universo. Es tu misión de la
tierra.
-¡¿aunque solo sea viajar? ¿o
casarse con la hija de un comerciante de tejidos?
Durante algún tiempo
permanecieron silenciosos, contemplando la plaza y la gente. Fue el viejo quien
hablo primero.
-¿Por qué cuidas ovejas?-.
-por que me gusta viajar.
El señalo a un vendedor de
palomitas de maíz que, con su carrito rojo, estaba en un lado de la plaza.
-Aquel vendedor también deseo
viajar, cuando era niño, pero prefirió comprar un carrito para vender sus
palomitas y así juntar dinero durante años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario