domingo, 23 de septiembre de 2012

DIARIO 9


Cultivo de la Rosa

ORIGEN

La rosa era considerada como símbolo de belleza por babilonios, sirios, egipcios,

romanos y griegos.

Aproximadamente 200 especies botánicas de rosas son nativas del hemisferio norte,

aunque no se conoce la cantidad real debido a la existencia de poblaciones híbridas en

estado silvestre.

Las primeras rosas cultivadas eran de floración estival, hasta que posteriores trabajos de

selección y mejora realizados en oriente sobre algunas especies, fundamentalmente Rosa

gigantea y R. chinensis dieron como resultado la "rosa de té" de carácter refloreciente.

Esta rosa fue introducida en occidente en el año 1793 sirviendo de base a numerosos

híbridos creados desde esta fecha.

2. TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA

Perteneciente a la familia Rosaceae, cuyo nombre científico es Rosa sp.

Actualmente, las variedades comerciales de rosa son híbridos de especies de rosa

desaparecidas. Para flor cortada se utilizan los tipos de té híbrida y en menor medida los

de floribunda.

3. IMPORTANCIA ECONÓMICA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

Las flores más vendidas en el mundo son, en primer lugar, las rosas seguidas por los

crisantemos, tercero los tulipanes, cuarto los claveles y en quinto lugar los lilium. Ninguna

flor ornamental ha sido y es tan estimada como la rosa.

Sus principales mercados de consumo son Europa, donde figura Alemania en cabeza,

Estados Unidos y Japón.

4. MATERIAL VEGETAL

Las cualidades deseadas de las rosas para corte, según los gustos y exigencias del

mercado en cada momento, son:

Tallo largo y rígido: 50-70 cm, según zonas de cultivo.

Follaje verde brillante.

Flores: apertura lenta, buena conservación en florero.

Buena floración (= rendimiento por pie o por m2).

Buena resistencia a las enfermedades.

Posibilidad de ser cultivados a temperaturas más bajas, en invierno.

Aptitud para el cultivo sin suelo.

PROPAGACION

La propagación se puede llevar a cabo por semillas, estacas, injertos de vareta e injertos

de yema, aunque es este último el método más empleado a nivel comercial.

La reproducción por semillas está limitada a la obtención de nuevos

cultivares.

6. REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS

6.1. Temperatura

Para la mayoría de los cultivares de rosa, las temperaturas óptimas de crecimiento son de

17ºC a 25ºC, con una mínima de 15ºC durante la noche y una máxima de 28ºC durante el

día. Pueden mantenerse valores ligeramente inferiores o superiores durante períodos

relativamente cortos sin que se produzcan serios daños, pero una temperatura nocturna

continuamente por debajo de 15ºC retrasa el crecimiento de la planta, produce flores con

gran número de pétalos y deformes, en el caso de que abran. Temperaturas

excesivamente elevadas también dañan la producción, apareciendo flores más pequeñas

de lo normal, con escasos pétalos y de color más cálido.

 

 

6.2. Iluminación

El índice de crecimiento para la mayoría de los cultivares de rosa sigue la curva total de

luz a lo largo del año. Así, en los meses de verano, cuando prevalecen elevadas

intensidades luminosas y larga duración del día, la producción de flores es más alta que

durante los meses de invierno.

6.3. Ventilación y enriquecimiento en CO2

En muchas zonas las temperaturas durante las primeras horas del día son demasiado

bajas para ventilar y, sin embargo, los niveles de CO2 son limitantes para el crecimiento de

la planta. Bajo condiciones de invierno en climas fríos donde la ventilación diurna no es

económicamente rentable, es necesario aportar CO2 para el crecimiento óptimo de la

planta, elevando los niveles a 1.000 ppm

7. CULTIVO EN INVERNADERO

Con el cultivo de rosa bajo invernadero se consigue producir flor en épocas y lugares en

los que de otra forma no sería posible, consiguiendo los mejores precios. Para ello, estos

invernaderos deben cumplir unas condiciones mínimas: tener grandes dimensiones (50 x

20 y más), la transmisión de luz debe ser adecuada, la altura tiene que ser considerable y

la ventilación en los meses calurosos debe ser buena. Además, es recomendable la

calefacción durante el invierno, junto con la instalación de mantas térmicas para la

conservación del calor durante la noche.

7.1. Preparación del suelo

Para el cultivo de rosas el suelo debe estar bien drenado y aireado para evitar

encharcamientos, por lo que los suelos que no cumplan estas condiciones deben

mejorarse en este sentido, pudiendo emplear diversos materiales orgánicos.

Las rosas toleran un suelo ácido, aunque el pH debe mantenerse en torno a 6. No toleran

elevados niveles de calcio.

7.2. Plantación

La época de plantación va de noviembre a marzo. Esta se realizará lo antes posible a fin

de evitar el desecamiento de las plantas, que se recortan 20 cm; se darán riegos

abundantes (100 l de agua/m2), manteniendo el punto de injerto a 5 cm por encima del

suelo.

En cuanto a la distancia de plantación la tendencia actual es la plantación en 4 filas (60 x

15 cm) (viveristas no especializados) o 2 filas (40 x 20 ó 60 x 12,5 cm) con pasillos al

menos de 1 m (viveristas especializados), es decir, una densidad de 6 a 8 plantas/m2

cubierto. De este modo se consigue un mantenimiento más sencillo y menores

inversiones.

7.3. Fertirrigación

Actualmente la fertilización se realiza a través de riego, teniendo en cuenta el abonado de

fondo aportado, en caso de haberse realizado. Posteriormente también es conveniente

controlar los parámetros de pH y conductividad eléctrica de la solución del suelo así como

la realización de análisis foliares.

Macroelementos Niveles deseables (%)

Nitrógeno 3,00-4,00

Fósforo 0,20-0,30

Potasio 1,80-3,00

Calcio 1,00-1,50

Magnesio 0,25-0,35

Microelementos Niveles deseables (ppm)

Zinc 15-50

Manganeso 30-250

Hierro 50-150

Cobre 5-15

Boro 30-60

 

8. PLAGAS, ENFERMEDADES Y FISIOPATÍAS

8.1. Plagas

-Araña roja (Tetranychus urticae)

Es la plaga más grave en el cultivo de rosal ya que la infestación se produce muy

rápidamente y puede producir daños considerables antes de que se reconozca. Se

desarrolla principalmente cuando las temperaturas son elevadas y la humedad ambiente

es baja.

Inicialmente las plantas afectadas presentan un punteado o manchas finas blancoamarillentas

en las hojas, posteriormente aparecen telarañas en el envés y finalmente se

produce la caída de las hojas.

Control

-Evitar un grado higrométrico muy bajo unido a una temperatura muy elevada (más de

20ºC).

-Puede llevarse a cabo con la suelta de Phytoseiulus en los primeros estadios de

infestación.

-Debido al elevado número de generaciones y a la superposición de las mismas,

especialmente en verano, los acaricidas utilizados deben tener acción ovicida y adulticida.

Los tratamientos con acaricidas como dicofol, propargita, etc, dan buenos resultados.

Aunque la materia activa más empleada es la abamectina.

-Pulgón verde (Macrosiphum rosae)

Se trata de un pulgón de 3 mm de longitud de color verdoso que ataca a los vástagos

jóvenes o a las yemas florales, que posteriormente muestran manchas descoloridas

hundidas en los pétalos posteriores. Un ambiente seco y no excesivamente caluroso

favorece el desarrollo de esta plaga.

Control

-Pueden emplearse para su control específico los piretroides.

-Nemátodos (Meloidogyne, Pratylenchus, Xiphinema)

Atacan la parte subterránea provocando frecuentemente agallas sobre las raíces, que

posteriormente se pudren.

Control

-Desinfección del suelo.

-Introducción de las raíces en un nematicida.

-Trips (Frankliniella occidentalis)

Los trips se introducen en los botones florales cerrados y se desarrollan entre los pétalos

y en los ápices de los vástagos. Esto da lugar a deformaciones en las flores que además

muestran listas generalmente de color blanco debido a daños en el tejido por la

alimentación de los trips. Las hojas se van curvando alrededor de las orugas conforme se

van alimentando.

Control

-Es importante su control preventivo ya que produce un daño en la flor que deprecia su

valor en venta. Los tratamientos preventivos conviene realizarlos desde el inicio de la

brotación hasta que comiencen a abrir los botones florales.

-Para el control químico son convenientes las pulverizaciones, de forma que la materia

activa penetre en las yemas; se realiza alternando distintas materias activas en las que

destacamos acrinatrin y formetanato.

8.2. Enfermedades

-Mildiu velloso o tizón (Peronospora sparsa)

Provoca la enfermedad más peligrosa del rosal ya que ocasiona una rápida defoliación,

sino se actúa a tiempo puede resultar muy difícil recuperar la planta

Se desarrolla favorablemente bajo condiciones de elevada humedad y temperatura,

dando lugar a la aparición de manchas irregulares de color marrón o púrpura sobre el haz

de las hojas, pecíolos y tallos, en las zonas de crecimiento activo. En el envés de las

hojas pueden verse los cuerpos fructíferos del hongo, apareciendo pequeñas áreas

grisáceas.

Control

-Para prevenirlo debe mantenerse una adecuada ventilación en el invernadero. Además

debe evitarse películas de agua sobre la planta ya que ésta favorece la germinación de

las conidias.

-Se debe aplicar tratamientos preventivos con metalaxil + mancozeb y curativos con

oxaditil + folpet.

-Oídio (Sphaerotheca pannosa)

Los síntomas, manchas blancas y pulverulentas, se manifiestan sobre tejidos tiernos

como: brotes, hojas, botón floral y base de las espinas. Las hojas también se deforman

apareciendo retorcidas o curvadas.

Control

-Es muy importante su control preventivo ya que los ataques severos son muy costosos

de eliminar. Se recomienda utilizar sublimadores de azufre.

-Debe controlarse la temperatura y la humedad en el invernadero, evitar la suculencia de

los tejidos y reducir la cantidad de inóculo mediante la eliminación de los tejidos

infectados.

-Para tratamientos curativos, se puede emplear propiconazol, bupirinato y diclofluanida.

-Roya (Phragmidium disciflorum)

Se caracteriza por la aparición de pústulas de color naranja en el envés de las hojas.

Suele aparecer en zonas donde se localiza la humedad.

Una fertilización nitrogenada excesiva favorece la aparición de la roya. Por el contrario, la

sequía estival y la fertilización potásica frena su desarrollo.

Control

-Es conveniente controlar las condiciones ambientales así como realizar pulverizaciones

con triforina, benadonil, captan, zineb, etc.

-Moho gris o botrytis (Botrytis cinerea)

Su desarrollo se ve favorecido por las bajas temperaturas y elevada humedad relativa,

dando lugar a la aparición de un crecimiento fúngico gris sobre cualquier zona de

crecimiento, flores, etc. Asimismo hay que cuidar las posibles heridas originadas en las

operaciones de poda, ya que son fácilmente conquistadas por el patógeno.

Control

-Para el control de la enfermedad resultan de gran importancia las prácticas preventivas,

manteniendo la limpieza del invernadero, ventilación, con la eliminación de plantas o

partes enfermas y realizando tratamientos con fungicidas a base de iprodiona y

procimidona.

-Agallas o tumores (Agrobacterium tumefaciens)

Las agallas o tumores producidos por Agrobacterium tumefaciens se forman en el tallo

hasta una altura de 50 cm sobre el suelo o en las raíces, penetrando por las heridas

cuando la planta se desarrolla sobre suelo infectado.

Control

-El suelo debe esterilizarse, preferentemente con vapor, antes de la siembra.

-Las plantas con síntomas se deben desechar.

-El control biológico de la agalla es posible con Agrobacterium radiobacter, cepa K84.

-Mosaicos foliares

Esta denominación agrupa a diversas manifestaciones virales que afectan al follaje del

rosal. El síntoma más común consiste en líneas cloróticas discontinuas en zig-zag

generalmente dispuestas asimétricamente con relación al nervio medio. Las alteraciones

cromáticas puede venir acompañada de crispamientos y deformaciones del limbo. En una

misma plantación, el grado de exteriorización y la severidad de los síntomas varía de un

año a otro y no apareciendo nunca sobre el total del follaje, limitándose a algunas ramas,

o pisos de hojas situados sobre la misma rama, quedando las demás partes del vegetal

aparentemente sanas.

Aunque la incidencia viral sobre el crecimiento de los individuos enfermos no sea siempre

evidente en el cultivo, algunos estudios han citado retrasos en la floración y reducción de

la longevidad de las plantas.

Control

La prevención contra las enfermedades víricas se basan por un lado en combatir los

agentes que propagan la infección: pulgones, ácaros, trips, etc.; la limpieza de malas

hierbas huéspedes dentro y fuera del invernadero y en evitar la transmisión mecánica,

pues en ocasiones esta última suele ser la única vía de contaminación. Por tanto las

medidas preventivas a tener en cuenta son las siguientes:

Eliminación de las plantas enfermas y de las plantas sospechosas.

Las herramientas empleadas en la multiplicación, recolección de flores y

cortes de hojas, deberán esterilizarse en una solución al 2% de formaldehido y 2%

de hidróxido sódico durante 6 segundos. También se puede emplear fosfato

trisódico (377 g/litro de agua) o por calor a 200ºC durante dos horas.

Utilizar dos juegos de herramientas de corte y de guantes, trabajando con

uno, mientras el otro permanece sumergido en la solución a intervalos, para

esterilizarlos de cualquier virus que puedan estar presentes en ellos.

No emplear sustratos contaminados de raíces infectadas, ni aguas de

drenaje de plantas viróticas.

No reutilizar los tutores de bambú, aunque sí los de aluminio, pues estos

últimos se pueden esterilizar.

Hacer test cada dos o tres años cuando se introducen nuevas variedades.

8.3. Fisiopatías

La caída de las hojas puede tener su origen en diversas causas. Por un lado, cualquier

cambio brusco en el nivel de crecimiento puede determinar cierto grado de defoliación, ya

que el área de alrededor de los pecíolos se expande rápidamente, aumentando el

diámetro del tallo en ese punto, mientras que la base de los pecíolos que no presentan

tejido meristemático no puede expandirse, causando la ruptura del tejido del pecíolo y, por

consiguiente, la caída de la hoja. Las enfermedades que dan lugar a la producción de

etileno también pueden causar la defoliación y el mismo efecto tiene lugar en presencia

de gases como el dióxido de azufre y el amoníaco.

También son frecuentes las fitotoxicidades causadas por herbicidas del tipo de fenóxidos,

que pueden producir síntomas severos de distorsión y enroscamiento de hojas y tallos

jóvenes.

A veces aparecen pétalos más cortos de lo normal y en número excesivo, lo cual en

algunos sitios se conoce como "cabeza de toro". Se culpa a los trips de estos síntomas,

aunque es frecuente que estas flores aparezcan en ausencia de trips sobre tallos muy

vigorosos.

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